En contabilidad y finanzas, los activos en intermediación son aquellos recursos que una entidad (como una empresa financiera, un banco o un corredor) mantiene temporalmente como parte de una operación de intermediación entre dos o más partes. No son activos propios de la empresa, sino que están en tránsito o custodia, y se gestionan como parte del proceso de facilitar una transacción entre terceros.
¿Qué significa “intermediación”?
La intermediación implica actuar como puente entre dos partes: por ejemplo, entre un comprador y un vendedor, o entre un prestatario y un inversor. Las entidades que participan en intermediación lo hacen para facilitar operaciones financieras, cobrando normalmente una comisión o margen.
Ejemplos de activos en intermediación
- Fondos de clientes en corredores de bolsa
Una casa de bolsa puede tener temporalmente dinero de clientes que está destinado a comprar acciones. Ese dinero es un activo en intermediación. - Valores comprados para ser revendidos
Si una entidad compra bonos en nombre de un cliente, los bonos pueden figurar como activos en intermediación hasta que se complete la operación. - Transferencias en proceso
Montos que están en tránsito entre cuentas de clientes o entre instituciones financieras también pueden clasificarse como activos en intermediación.
Características clave
- No pertenecen a la entidad: La empresa no es dueña de esos activos.
- Uso temporal: Se mantienen por un periodo breve.
- Sin impacto patrimonial directo: Generalmente no afectan directamente el balance como activos propios.